23.5.10

Un día de sol en Londres



Lo mejor que puede pasar en Londres es un día de sol y una noche cálida, que pasa muy de vez en cuando. A lo peor, que son las semanas frías, nubladas y lluviosas, nos vamos acostumbrando. Sería un detalle, casi insignificante, si estuviera recién llegada de Caracas o de Madrid, pero después de un año, un día como hoy, me alegro tanto del buen tiempo como todos aquí.

Durante 24 horas la calle por la que paso todos los días es diferente. El autobús que lleva meses en la esquina ya no es más de color vino, es rojo como la sangre. Aparecen algunos edificios que han estado escondidos por la neblina. Los grises y encorvados personajes son siluetas coloridas que pasean erguidas y sonrientes. El parque, antes  exclusivo de deportistas, perros, niños y cuidadores, es una fiesta. El paseo de noche con Tieta es una oportunidad para ver las estrellas y la luna creciente.

¿Cuál será la probabilidad de lluvia para hoy? Pregunta El Chapulín Colorado, mientras vamos a Clapham Common
No va a llover, no hay ni una nube
Pero siempre hay una probabilidad
...

Claro, siempre hay una probabilidad. Hoy 0% de probabilidades de lluvia, según Wheather.com.

19.5.10

El arco



Dhanurasana o el arco es el nombre de la postura que intentaba hacer en mi segunda clase de yoga, cuando escuché un sonido contundente desde el hombro izquierdo. Lo más parecido a un crack. Empecé a llorar del dolor y a reírme de la desesperación, al mismo tiempo, durante la media hora que faltaba para el final. Acostada y sin moverme. Mi profe se acercó y, aunque me hubiese gustado que me transfiriera un grado de la sabiduría de su disciplina para recolocarme el hombro, sólo vino para decirme que mi reacción era la mejor. Se refería a la risa, por supuesto, porque nos gusta mucho que la gente con un problema todavía tenga ganas de reírse. Después de esa noche deserté de mis clases, esperando que el dolor pasara. Después de cuatro meses el dolor sigue ahí, recordándome el intento fallido de ser un arco. Visto lo visto, no me queda otra que consultar en uno de esos sitios donde hay fisioterapeutas si lo mío tiene remedio para poder regresar a mi clase.

16.5.10

The nightmare of the job interview



Uno de mis sueños recurrentes es una pesadilla y tiene que ver con una entrevista de trabajo y la película Bienvenido Mister Marshall.

Manicura francesa, camisa impecable, zapatos altos, me presento a la hora fijada en la oficina en cuestión. Me llevan a un despacho donde esperar. Con detenimiento le echo un vistazo a una revista interesante, que luego seré incapaz de recordar. Doy una vuelta alrededor de la mesa y miro por la ventana. Minutos más tarde estoy sentada  frente al que podía ser mi futuro jefe. Tras una sonrisa discreta. comienza la función. En teoría no tengo por qué preocuparme, las preguntas serán pertinentes o predecibles. Es una situación que ya he vivido antes y la experiencia debería ayudarme. Sin embargo, a partir de ese momento, comienzo a escuchar y a escucharme en un idioma incomprensible.

En la película, casi todos los habitantes del pueblo castellano de Villar del Río quieren causar una buena impresión ante la inminente visita de los norteamericanos del Plan Marshall y, de esa manera, recibir una parte de la generosa ayuda económica que el gobierno de Estados Unidos proporcionará, en los cincuenta, a la pobre Europa de postguerra. A pesar de que se han puesto en marcha los preparativos para sorprender a los extranjeros con un espectáculo y la situación parece controlada, al alcalde de Villar del Río lo traicionan los nervios en un sueño. La historia surrealista se desarrolla en un saloon del lejano oeste y los personajes, entre ellos el propio alcalde, hablan en un idioma que debería ser inglés pero que, en la práctica, es algo profundamente desconocido y macarrónico.

Espero que los nervios no me hayan traicionado la última vez en Madrid, queriendo causar una buena impresión en realidad. De ser así, no quiero imaginar lo que será de mi la próxima vez, cuando la entrevista tenga que ser en Londres y en inglés.

14.5.10

Conexión Montreal

Hace diez años a Carlos y a mi nos separaban tan sólo dos semáforos, en la última de las ciudades góticas, Caracas. Sin embargo, sabemos que una distancia insignificante se convierte necesariamente en un largo viaje si hablamos de una cuidad donde sobran las circunstancias, como era la nuestra. Para llegar de una casa a la otra teníamos que cruzar el reinado de Sabana Grande, donde una inmensa red de hábiles comerciantes callejeros, llamados buhoneros, asentaron las bases de un inmenso mercado, no reconocido por la economía formal pero eficaz a la hora de dar respuesta a las demandas del público más heterogéneo que se haya visto jamás, debido a la diversificación de sus bienes y servicios. Con todo, Carlos y yo nos organizábamos bastante bien para cenar el lunes, para tomar algo el miércoles, para salir de fiesta el viernes o para un rato de psicoanálisis el domingo. También llevábamos estupendamente el intercambio ante la escasez de alimentos, agua o gasolina. Hay pocas ocasiones en las que los amigos adorables son, al mismo tiempo, tus vecinos, y yo tuve la suerte.

No todo iba tan bien, sin embargo, y un día, cuando tuve mis cosas recogidas, Carlos me llevó al aeropuerto. Mientras yo apenas me instalaba en Tenerife, él recogió las suyas para irse a Montreal. No le dimos ninguna importancia a aquella despedida. He pensado que ninguno de los dos, y ninguno de los otros amigos de quienes me despedí en aquel momento, tenía una idea clara sobre la distancia y el tiempo que pondríamos de por medio.

Ahora escucho a Carlos y escucho su música, que ha sido siempre una parte imprescindible de él. Lo escucho con una alegría tan exagerada que me hace pensar que sale el sol y que no estamos tan lejos. Conexión Montreal es el programa donde, todos los domingos, Carlos Liscano y Juan Pablo Jaimes presentan una selección temática de música de todas partes del mundo, de aquellos y de estos tiempos, y ofrecen sus comentarios más como amantes que como especialistas. Les gusta decir que Conexión Montreal va de sur a norte, pero ellos saben muy bien que los caraqueños estamos y nos escuchamos en todas partes del mundo.

12.5.10

Funkytown. Missing Madrid V


Hace un par de semanas encontré esta postal de Julien Charlon en una tienda de fotografía de la calle Argumosa, en Madrid. Empolvada y triste en un mostrador, junto a otra del bar Revuelta, que reza: La Revueta es necesaria para el mundo, pero bebe con moderación. Souvenirs raros de un barrio raro como Lavapiés.
Hubiese podido enviarlas por correo a Londres, escribiendo algo así:

From Lavapiés, with love
Emilú in the funkytown looking for diamonds

Las gemelas, como el bar Revuelta, son uno de los diamantes en bruto del vecindario que compartí unos cuantos años. Son tantos recuerdos que decidí regresar con las postales.
Pie de página
Hasta hace un momento no sabía que en 1980 el grupo español Parchís contaba con una versión en español del clásico Funkytown.

11.5.10

Where the Nile flows


No nos gusta nada tener que esperar unos meses para regresar a 1964 y seguir con Mad Men. Lo bueno es que seguimos escuchando la canción del final, mientras esperamos la cuarta temporada de esta serie. Todos los tiempos de incertidumbre y cambios necesitan una canción así. Ni más ni menos.


Shahadaroba, Roy Orbison

Where the Nile flows
And the moon glows
On the silent sand
Of an ancient land
When a dream dies
And the heart cries
Shahadaroba
Is the word they whisper low
Shahadaroba, Shahadaroba
Means the future
Is much better than the past
Shahadaroba, Shahadaroba
In the future
You will find a love that lasts
So when tears flow
And you don't know
What on earth to do
And your world is blue
When your dream dies
And your heart cries
Shahadaroba
Fate knows what's best for you
Shahadaroba, Shahadaroba
Face the future
And forget about the past
Shahadaroba, Shahadaroba
In the future
You will find a love that lasts
Shahadaroba