Casi siempre cuando hablamos de nuestra iniciación en el amor hablamos de la primera vez que nos enamoramos, por ejemplo. Lo suelo hacer yo también, sin embargo, siempre he tenido presente a la primera persona que se enamoró de mí. No sé, será porque me sorprendió mucho. Hace poco esa persona a la que no veo hace diez años o más, salvo en un encuentro casual y veloz, en la Plaza de La Castellana de Caracas, ha dado con este blog por azar y me ha dejado una nota.
Ahora que ha pasado tanto tiempo me gustaría volver a decirle lo provechoso que ha sido siempre para mí conservar ese recuerdo. Así que, Ale: muchas gracias por ayudarme sin quererlo tantas veces a distinguir lo que es el auténtico amor, por llevarme a ver L'Atalante en aquella época mágica, poética y arrabalera, por 1992. Discúlpame siempre por todo lo malo.
3 comentarios:
Lo sé, Emi. Gracias por esta nota. Un beso grande y un abrazo fuerte.
Hola Emi,
Me ha gustado mucho pasearme por tu blog. Me encanta que a pesar de viajes, mudanzas, sueldos escasos y demás, conserves un optimismo contagioso ante los cambios y la vida.
un besazo
Hola Muerti,
cuentame mas de esa peli! por el poster pareciera la version disney del Titanic.. como es que todos los escritores tienen la misma vision de la parejita en la popa del barco ? jaja
FYI, Yo fui una perfecta victima del monstruo publicitario de Titanic...
Saludos y visitanos un dia!
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