16.6.15

Elm

By Sylvia Plath (1932-1963)    

For Ruth Fainlight

I know the bottom, she says. I know it with my great tap root:   
It is what you fear.
I do not fear it: I have been there.

Is it the sea you hear in me,   
Its dissatisfactions?
Or the voice of nothing, that was your madness?

Love is a shadow.
How you lie and cry after it
Listen: these are its hooves: it has gone off, like a horse.

All night I shall gallop thus, impetuously,
Till your head is a stone, your pillow a little turf,   
Echoing, echoing.

Or shall I bring you the sound of poisons?   
This is rain now, this big hush.
And this is the fruit of it: tin-white, like arsenic.

I have suffered the atrocity of sunsets.   
Scorched to the root
My red filaments burn and stand, a hand of wires.

Now I break up in pieces that fly about like clubs.   
A wind of such violence
Will tolerate no bystanding: I must shriek.

The moon, also, is merciless: she would drag me   
Cruelly, being barren.
Her radiance scathes me. Or perhaps I have caught her.

I let her go. I let her go
Diminished and flat, as after radical surgery.   
How your bad dreams possess and endow me.

I am inhabited by a cry.   
Nightly it flaps out
Looking, with its hooks, for something to love.

I am terrified by this dark thing   
That sleeps in me;
All day I feel its soft, feathery turnings, its malignity.

Clouds pass and disperse.
Are those the faces of love, those pale irretrievables?   
Is it for such I agitate my heart?

I am incapable of more knowledge.   
What is this, this face
So murderous in its strangle of branches?

Its snaky acids hiss.
It petrifies the will. These are the isolate, slow faults   
That kill, that kill, that kill.

27.11.14

En defensa de las damas

"No he de escribir aquí un tratado, sino que me limito a prologar un relato un tanto singular, con algunas observaciones pasajeras; aprovecharé por eso la oportunidad para afirmar que el máximo grado de la reflexión se ve puesto a prueba por el modesto juego de damas en forma más intensa y beneficiosa que por toda la estudiada frivolidad del ajedrez. En este último, donde las piezas tienen movimientos diferentes y singulares, con varios y variables valores, lo que sólo resulta complejo es equivocadamente confundido (error nada insólito) con lo profundo. Aquí se trata, sobre todo, de la atención. Si ésta cede un solo instante, se comete un descuido que da por resultado una pérdida o la derrota. Como los movimientos posibles no sólo son múltiples sino intrincados, las posibilidades de descuido se multiplican y, en nueve casos de cada diez, triunfa el jugador concentrado y no el más penetrante. En las damas, por el contrario, donde hay un solo movimiento y las variaciones son mínimas, las probabilidades de inadvertencia disminuyen, lo cual deja un tanto de lado a la atención, y las ventajas obtenidas por cada uno de los adversarios provienen de una perspicacia superior". Edgar Allan Poe, Crímenes de la calle Morgue

9.7.14

Despechos

Mi pana David Ocanto vino a Madrid en 2008 y su presencia en aquel momento me dejó varias alegrías. Entre ellas, el momnbre de Concha Buika. Teníamos que haber ido juntos a un concierto en el Fernán Gómez, pero mi burbuja la acababa de pinchar la crisis y me tuve que quedar en casa. Sin embargo, los cheques que te dejan los buenos amigos no caducan y 6 años más tarde le agradezco a David aquella recomendación. Revisando las canciones de la Buika, he encontrado una especialmente poderosa. Si tuviese que elegir hoy mi canción para un despecho elegiría "Jodida pero contenta", sin dudar. Cómo me gustaría encontrarme con David en estos días y contárselo, pero vamos a tener que esperar. Por casi doce años el lugar que ahora ocupa esta canción lo ocupaba una que descubrí cuando todavía vivía en Caracas: "Si no te hubieras ido", que cantaba Marco Antonio Solís en la película "Y tu mamá también". Recuerdo que una noche de despecho y borrachera, Carlos Liscano me preguntó, todo lo serio que podía ser en ese momento, si yo de verdad creía en lo que decía esa canción. ¿Es verdad que si no se hubiese ido serías tan feliz? Al ser Carlos un amigo tan cercano sólo tuve que reirme un poquito, llorando todavía, para que entendiera. Una canción de despecho, en principio, tiene que mentir un poco para poder aliviar. No sería tan feliz si se hubiese quedado, es verdad. Ni pudiese estar contenta, si estuviese jodida.

6.9.13

Gracias a Hannah Arendt

Fue salir del cine, empezar a andar por Bravo Murillo de la mano del Chapulín y encontrarme con el deseo despierto: Quiero volver a estudiar filosofía. Después de doce o trece años que dejé la USB de Caracas. El verano tenía que pasar para que la UNED abriera los plazos extraordinarios de preinscripción en el máster. Y ahora es cuestión de días.

19.6.13

Panorama

Después de los viajes de ida y vuelta, de Madrid a Londres y de Londres a Madrid, empiezo a reconocer un panorama y a reconocerme en él. Es lo que tienen las migraciones acumuladas. Kilómetros de energías y palabras que desaparecen, se transforman, se fortalecen...
Vista de la Gran Vía desde el último piso del Corte Inglés de Callao.

30.4.12

Back in Madrid


El silencio podría decir adiós o señalar el final,  es verdad, pero no ha sido mi intención esta vez. En ningún momento he decidido abandonar este blog. Desde el comienzo se trató de un pequeño proyecto personal y en ese camino todos los silencios cuentan. Es por eso que puedo distanciarme y regresar con libertad. Y, hasta que llegue el momento de decir adiós, me gustaría que siga siendo así. Sin la necesidad de llenar de mi un espacio virtual en todos los momentos posibles y sin miedo a perder el contacto virtual con otros seres virtuales.

18.10.11

La mano de Ernestina


Esta mano de la que estoy agarrada en 1975 es la mano de Ernestina. Una mano diferente: Cálida, suave, amorosa, generosa, segura, incondicional y presente. Una mano que todavía hoy agarro en busca de fuerza, de apoyo y de guía. Que nunca se despide de mi. Que nunca me deja caer. Que nunca se va.

2.10.11

Celebrating

Celebrando con Tieta su 11 cumpleaños y que, como de costumbre, la tierra es redonda.

Sin embargo, el martes de esta semana todo era muy diferente. La tierra era plana. La dejamos en el veterinario temprano y salimos obligados por orden del mismo veterinario. Brockwell Park está justo enfrente. Entonces pensamos ir caminando por el parque para regresar a Brixton. Las 50 hectáreas de Brockwell Park, que hemos andado tantas veces ya los tres, se convirtieron en un precipicio. Fue salir de la clínica y caer inmediatamente por ahí. Eso es lo que tiene el vacío, es rápido.

No pudimos evitar la anestesia general para quitarle un bulto abierto de unos cuatro centímetros en un costado de su pata trasera izquierda, que nunca cicatrizó ni se curó con antibióticos ni con brebajes que vinieron de España, México y Venezuela. Al contrario, fue creciendo gracias a la compulsiva pasión con que ella se lamió cuando no tenía esa pantalla que rodea el cuello del perro para evitar que se haga daño a sí mismo. Por recomendación del veterninario, había que hacerle una esterilización.

Un día después, confirmando que la tierra no era plana sino redonda, regresé por ese parque para traerla a casa. Feliz de esa redondez que nos permite acercarnos, reunirnos, reencontrarnos, rehacernos y recuperarnos. Confirmando que el asunto del otro día fue una relativización propia de la debilidad de carácter.

Y hoy, sin invitados, aunque nos hubiese gustado, estamos celebrando esas energías de la Tieta para recuperarse,  mientras escuchamos Celebration de Kool & The Gang.

Esta es la foto primera foto que tengo de Tieta, de la navidad del 2000.

29.9.11

Reinvention

En Madrid 2006 conocí al Chapulín Colorado carpintero. Un oficio que a ratos le daba de comer muy bien, pero que permanentemente le llenaba de satisfacción. Después pasó lo que pasó en España y llegó el momento de  llegar a Londres. La respuesta inmediata era la cocina y para eso había que hacerse con un  curriculum vitae ad hoc. Y, por supuesto, había que recorrer muchas calles. Al final del cuatro o el quinto día, sin otra copia del curriculum y perdido en una zona desconocida, aterrizó frente al manager de un pequeño y super ventas restaurante mexicano del centro. Así empezó la historia del super héroe cocinero.

Dos años y medio de grandes sacrificios al frente de esa cocina le alimentaron todas las ganas del mundo de dar un paso adelante en su nuevo oficio y comenzó a buscar trabajo en una cocina más grande y profesional.

En temas de entrevistas y pruebas, de aquí para allá, estaba todavía la semana pasada, cuando tuvimos esta conversación:
Cómo fue la cosa 
Bueno. Creo que bien
Cuéntame
Tuve que abrir unas ostras, llegando
Y qué tal
Nunca había abierto ostras
...
La primera fue difícil pero después de la primera puedes abrir 500

Y después de todo, de arreglárselas con el inglés, las ostras y todo lo demás, logró encontrar lo que estaba buscando.

Y yo aquí, celebrando la capacidad para reinventarse de mi super héroe favorito y esta nueva etapa en su vida como chef, todavía enamorado de la carpintería.

16.9.11

La Real. Missing Madrid V



En 2004, cuando comencé en Madrid, para llegar a mi trabajo en la tienda El Flamenco Vive, subía por La Independencia, una callecita estrecha y corta como muchas del centro, desde la estación de Ópera. A esa hora de la mañana en la que todo está renovado y huele a limpio, en la que todo es perfecto con sus imperfecciones, estaban la chica y el labrador, en la puerta de la floristería. Y durante unos segundos, que yo dilataba en lo posible, una parte de mi alma se fijaba a esa imagen. Una imagen lo suficientemente poderosa para quedarse conmigo hasta entonces, parte como un recuerdo, parte como una fantasía.

Han pasado muchas cosas desde aquellas mañanas pero esa imagen vuelve de vez en cuando. Sobre todo últimamente, ahora que cada semana compro con mis compañeros de la tienda en Londres un billete de lotería.

Cuando me preguntan que qué haría con mi parte del dinero si ganamos, nunca sé qué decirles. Pienso que, millonaria o no, me gustaría ser yo la chica que abra la floristería La Real, en el número 1 de la Calle Independencia de Madrid y que Tieta fuera el labrador que estaba con ella, entre las flores.