16.11.07

Emociones fuertes

Cuando uno se empeña en llevar una vida tranquila y acaba lográndolo pasa lo inevitable. Un día te despiertas y las cosas te caen todas encima, a la vez.
A tu casero lo han demandado por haber hecho obras ilegales en la terraza donde tú alquilaste un dúplex hace 11 meses. Cuando te lo dice tiene una sonrisa de alcabala, esas que ponemos en mi país cuando somos unos pringados y estamos frente a un militar armado en una carretera perdida y tropical.
Alquilar un apartamento en el centro de Madrid, en 4 semanas, alcanza un grado de dificultad máximo si tu cuenta está en cero. A pesar de eso el problema económico es un demonio con el que te has acostumbrado a pelear pero hay otro peor. La ansiedad por separación, una enfermedad propia del destierro.
Tú y tu perro han vivido juntos durante 7 años, en 7 casas diferentes de 3 continentes: América, África y Europa. Digamos que han hecho una carrera diplomática del tipo low cost. En este apartamento al lado del Retiro estaban tan contentos… Empiezas a ver anuncios y a horrorizarte. Menos mal que no existe la crisis de los 7 años entre tu perro y tú.
Lógistica. Trasladar sin coche unas 20 cajas de libros no es nada, de verdad. Además de eso tienes un níspero y un árbol de naranja de metro y medio que crecieron a sus anchas en el balcón. Una bicicleta. Un futón. Un sinfín de maletas llenas de ropa fuera de colección.
En esos momentos te acuerdas de tus amigos pero todos participaron activamente en tu última mudanza, la del 30 de noviembre de 2006. No les puedes pedir ayuda de nuevo. ¡Faltaría más!Tampoco has hecho tantos nuevos amigos este año como para coordinar una nueva operación. Tendrás que sumarle al presupuesto fantasma los gastos de transporte.
Al mismo tiempo, te has atrevido a dejar el sector editorial y te enfrentas a ese fatídico día en un trabajo nuevo. Una empresa nueva. Un sector nuevo. Entras en una agencia de publicidad para dedicarte al mundo de las alarmas. Tu primer día es un simulacro de robo, en serio. El segundo plato perfecto para el menú del día.
Un pariente enfermo te llama en medio de la concentración de cámaras de televisión y periodistas. Tu estás en una central nacional de recepción de alarmas y desde el otro lado del océano escuchas una voz que te dice: tú eres la única persona en el mundo que puede echarme una mano. Le das ánimos. Al fin y al cabo es lo único que puedes darle.
Al final del día vas a ver un par de apartamentos. Uno de ellos era un decorado perfecto para una peli porno de los sesenta y, mientras tú te preguntas si podrías vivir allí, el portero te dice que es necesario contar con un año de aval bancario y que no aceptan animales domésticos.
Esa noche cuando estás lavando los platos de la cena y lloras desconsoladamente, te acuerdas de que un tal reverendo Ralph te respondió a tu mail, desde una misión de dios en el extranjero, haciéndose pasar por propietario de un flamante apartamento en una de las mejores zonas de Madrid. Estafa en Craigslist.org. Sólo eso te faltaba.
Podrías firmar esta nota:
Exageradamente,
Martín Romaña

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No se te vaya a ocurrir no volver a contar con tus amigos querida Emilú.
Hasta que encuentres el sitio en el que volver a echar raíces creo que son lo mejor con lo que puedes contar, salvando a la Tieta.
Un beso

Emilú Soares dijo...

Lo mejor, eso seguro.
Millones de gracias

Maie dijo...

Uy Emi....y consegiste???? esta excelente tu post lastima que sea una situacion cierta y que lo estes viviendo??? como puedo darte una mano???