La última semana que pasé en Espinho, Gustavo y "la bebita", es decir, Marjorie, vinieron desde Bruselas a visitarme. Tienen un niño que es un santo. Ya lo conocía, porque vinieron el año pasado a la Feria de Frankfurt pero ahora, que está más grande, ha desarrollado al máximo su ternura con el mundo y con todo lo que le rodea. No hay más remedio que rendirse a sus pies. Aquí arriba está su foto, de cuando estuvimos en una de las bodegas más interesantes de Oporto, la de Ramos Pinto. Ahora la bebita está embarazada de Hannah, que nacerá en diciembre.
Esos días con ellos me permitieron disfrutar de lo mejor que tenía vivir en Caracas: el encompinchamiento. Comimos desenfrenadamente y a deshoras. Primero el helado, después la sopa, después la merienda, después el plato fuerte, como iba saliendo. Hablamos hasta la madrugada. Fuimos juntos al supermercado y a la peluquería. Hicimos planes entusiastas que probablemente nunca vayamos a llevar a cabo, pero que sirven de terapia. Nos relajamos y nos sentimos en familia. En resumidas cuentas: el broche de oro de las vacaciones.
Por supuesto: el lunes cuando me senté en la oficina a las 8 de la mañana, después de 30 días, no tenía lo que aquí llaman "el sindrome postvacacional", tenía en el corazón partío.
2 comentarios:
Emilú, qué bella la foto de Gonzalo. Gracias por tus palabras. No sabes lo que para mi significa visitar los blogs panas y encontrarme con Tavito, con MEZ, con Gonzalito... Qué bello este post.
A la distancia compartimos un mismo afecto hermoso....
Y ahora vendrá Hannah. El próximo verano, seguramente la tendrás cerca también.
Saludos desde Caracas (oops, la costumbre)... desde Miami
Maru Pardo
PD: Voy a bajar la foto para mostrársela a mis Padres. Gracias por postearla.
MEP
cuando nos volveremos a ver linda Emi?
Por cierto recuerdas aquella idea de negocio que me diste en Espinho, pues... te cuento que la he visto en vivo y en directo en una venta de la calle MUY COOL. Con unas chicas muy cool haciéndolo.
UN SUPER TQM
La Bebita
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