
El Chapulín Colorado está lejos resolviendo un asunto importate y yo quería celebrar por todo lo alto. En una medida inversamente opuesta a lo poco convencional que ha resultado mi vida, cada vez me gusta más celebrar formalmente los días especiales. El año nuevo, el día de mi cumpleaños... Por suerte, encontré en la cartelera del BFI exactamente la película apropiada y cerré un plan perfecto.
No llego a ser fan de Audrey Hepburn pero soy fan número uno del personaje que ella encarna, Holly Golightly. El paradigma de chica que empieza de cero y se inventa una vida completamente diferente. Deja atrás su pasado, encarnando el total desarraigo y enfrentándose a la soledad de los que viven en una gran ciudad. Su sentido del humor le ayuda a mitigar las penas. Frívola e interesada pero absolutamente leal y auténtica. Amante sobre todas las cosas de NY, los cócteles y las joyas.
Breakfast at Tiffany's se estrenó en 1961 con la clásica polémica incluida. La productora suavizó el tono original de la novela corta de Truman Capote. Aun así, pienso que la película no ha desvituado la verdadera naturaleza de uno de los personajes más interesantes del autor.
Ahora, para finalizar esta celebración con un happy ending, voy a escuchar Moon River.