Hay una familia de anuncios que buscan vendedores, sin atreverse a decir vendedor o ventas, usando eufemismos como Business Developer. Prometen elevadas contraprestaciones económicas y una acelerada carrera de ascensos. Se dirigen a profesionales ambiciosos. No describen, ni siquiera en líneas generales, el trabajo en sí. No es muy difícil reconocerlos, aunque estén en inglés.
Este era uno de esos anuncios para Marketing Services y yo tenía que enviar mi cv. Ser flexible, cuando uno está empezando, va en serio. Por supuesto que me alegré cuando me llamaron. El contenido ambiguo de la página web de la compañía no me ayudó a preparar la entrevista pero el interrogatorio resultó breve y predecible. La oficina parecía una oficina normal, por otra parte.
Recibí una llamada para volver a un día entero de entrenamiento. Pregunté por las funciones que tendría que desarrollar pero, estratégicamente, no me respondieron. Sólo tenía dos pistas: productos cosméticos y zapatos planos. Como se puede ser optimista en el peor escenario, recordé con entusiasmo a las chicas que hacen demostraciones y regalan muestras de maquillaje en Sephora o en grandes almacenes. Logré ganar confianza y olvidarme de mi misma.
Mi supervisor, que arrastraba una maleta, y yo caminamos hacia Waterloo. Metro y autobús para llegar a una de esas zonas comerciales de las afueras de todas las ciudades, donde las entradas de las tiendas están dispuestas hacia un gran parking.
Nada como Sephora. Nos instalamos en frente de una tienda de periódicos y revistas. Mi supervisor instaló una mesa, empezó a llenar bolsas con cosméticos y me asignó mi primera tarea. Escribe tres conceptos sobre marketing, diez cualidades esenciales en un manager y todas las formas de publicidad que consigas en el centro comercial. Da una vuelta. Cuando termines, vienes y lo discutimos. Después de la teoría pasamos a lo más interesante. El trabajo consiste en desplazarse de lunes a sábado, con una maleta, a lugares distintos, y tratar de convencer a la gente que vaya pasando para que compre los packs de productos cosméticos de una marca emergente y desconocida todavía en todas las perfumerías. Sin contrato, ni salario ni gastos de transporte o comida. La ganancia es de 5 libras por cada pack vendido.
Tenía derecho a arrepentirme en ese momento y regresar a Londres, o pasar a la segunda fase del entrenamiento por la tarde, sobre la actitud y manera de aproximarme al público. Piénsalo bien porque es un trabajo duro, luego vienes y me dices.
De regreso a casa estaba contenta, dentro de lo posible. Había sobrevivido a mi primera entrevista en inglés y sabía que para conseguir un trabajo parecido al que quiero tenía que invertir un poco más de tiempo. Así que seguí buscando y dejé atrás esta experiencia.
30.6.10
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1 comentario:
esta fue tu entrevista en sephora?? yo tengo una mañana que me aconsejas??
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