Comentaba con una amiga que está terminando ahora su carrera en Berlín y que ha vivido en muchos sitios lo complicado que es dar explicaciones personales.
Me gustaría volverme invisible cuando estoy en esas situaciones en las que es necesario contar mi vida o una parte o responder a una pregunta del tipo ¿por qué te fuiste de tu país? ¿Por qué viniste aquí? ¿Quieres regresar? ¿En qué trabajabas? ¿A qué te dedicas ahora? ¿Y tu familia? ¿Y qué planes tienes para formar tu propia familia? ¿Qué haces en navidad? ¿Dónde has invertido tu dinero?
Sin embargo, hago un esfuerzo enorme por decir la verdad, por no exagerar, por ser concisa, por no ser escueta, por no obviar los aspectos significativos y no caer en los agujeros negros, por dejar complacido a mi oyente, por dejar todo claro y no hacerme la interesante.
Lo malo es que diga lo que diga, siempre es una interpretación, como cantar o pintar o hacer una foto o cocinar. Nunca es igual. Si hubiese tenido amantes famosos o hubiese sido corresponsal de guerra, sería más fácil, pero me resulta complicadísimo explicar una vida normal y feliz, aunque muy accidentada.
El problema empieza, por ejemplo, si aparece un amigo en el Facebook y me pregunta cariñosamente, ¿qué ha sido de tí? Hace tanto tiempo que no le veo, que perdi la cuenta. Antes de responder, echo un vistazo rápido en su perfil.
Supongamos que mi amigo trabaja en una empresa de servicios financieros en Miami, no precisamente en el call center. Que está casado desde el 93. Que su hijo mayor tiene 11 años y en la foto de este verano, en Zanzíbar, su mujer va de la mano con una niña de 7. El resto lo termino en mi cabeza: una casa enorme, en medio de un jardín bien cuidado, con una Land Cruiser y dos setter irlandeses. Entonces, empiezo a hacer un resumen muy discreto de estos 17 años, sin mentir pero completamente inofensivo. Y así, cada vez que alguien me pregunta hago una composición distinta, adaptada al caso.
Explicar algo de mi pasado o de mi país a mis amigos en España tampoco es sencillo. Hay muchos registros se quedan por fuera así vayas a explicar qué quiere decir el control de cambio. Esta tarde, sin ir más lejos, estaban unos amigos en casa. Conocí a J y L en Madrid y a S, que ahora vive en Holanda, la conocí en Caracas. Los primeros le preguntaron a la segunda: "¿y vosotras dónde...?". "Trabajábamos juntas en el Museo de Bellas Artes". Hicimos una pausa, supongo que para arrancar con una explicación y arrancamos, pero inmediatamente cambiamos de tema. Hay momentos en los que la vida no admite otra interpretación que el silencio.
28.9.08
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2 comentarios:
hmm.. yo no me quedé pensando, pero la verdad es que llevo todo el mes evitando esas preguntas.. o aprovechándome de ellas..! a veces las respuestas pueden venirnos bien. O no?
großer Kuss
ta
Ah! eso era de lo que hablabas con Tania! (nunca me entere porque inmediatamente pasamos a otro tema, como es habitual) pues yo me identifico completamente y la verdad ultimamente a quien me preguntaba le decia que estaba pasando por "la crisis de los 30" y precisamente preguntandome todas esas cosas... asunto arreglado :-)
besos a las dos! xxx
Selina
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