Después de llover tanto tiempo seguido en Londres sucede lo inevitable. Aquella costumbre que tenemos animales y hombres de adaptarnos al medio.
Un día empiezas a sentirte un poco salamandra, sapo o rana. Como los anfibios empiezas a tener dos vidas, casi con toda normalidad. Un ser semiterrestre en una ciudad semiacuática.
Autobús 88, con dirección a Camden Town
1 comentario:
jo, pues aqui está lloviendo sin parar hace tres días.... madre mía... bueno, ya sabemos cómo es esto también, pero es que desde que he vuelto no llovía tanto :(
bueno, habrá que salir igual ¿no?
mxx
ta
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