El 10 de mayo cumplía 5 años en España y, ese mismo día, salí de casa al amanecer para ir a Londres. En Madrid el cielo estaba gris, llovía y hacía frío. Sorprendentemente, en Londres, el cielo estaba azul y hacía calor. Aunque se tratara de una de esas irónicas consecuencias del desastre climático, lo interpreté como una buena señal. Al llegar, me hice esta foto en un pequeño parque de Notting Hill.
Llegué con unas cuantas dudas y, no sé por qué, quería caminar por Charing Cross, por Chinatown, por Soho... Creo que la mejor manera que tengo para encontrar algo interesante es buscarlo en callecitas como esas.
Siempre tengo la sensación de que puedo orientarme mejor en el caos de las grandes ciudades, como si tuviera los mapas grabados en un cardio-gps particular. No me acuerdo de los nombres de las calles, pero voy como pez en el agua entre la inmensidad de la gente, las tiendas y el tráfico. Eso me ha pasado en NY y en Buenos Aires, y es probable que me pase también en el DF, en Sao Paulo o en Tokio, si alguna vez llego hasta allí. En cambio, en medio del campo me siento perdida (aunque la naturaleza no tenga la culpa de nada).
En oportunidades anteriores, no había ido a Londres con el próposito de buscar algo, como esta vez. A veces somos así de raros y creemos que todo está en orden. Sin embargo, el 10 de mayo necesitaba rumiar mis dudas por ahí. En silencio, sin guía y sin reloj.
Esta foto la hice en una tienda de Chinatown. Cuando vi esos guantes huérfanos inmediatamente recordé que la esperanza debe ser siempre lo último que se pierda.
2 comentarios:
NOTTING HILL....
Oh, yes, Notting Hill. Thanks a lot!
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